El tratamiento antiviral para la prevención de la propagación del VIH ha sido un éxito, y por ello, la Organización Mundial de la Salud se plantea extender los grupos de candidatos a recibir el tratamiento. Las nuevas recomendaciones podrán incluir a todas aquellas personas con VIH que tenga pareja en una primera etapa, para más tarde incluir a las mujeres infectadas una vez que se quedan embarazadas y elevar el recuento de células CD4 a partir de la cual se aconseja ser medicado. La decisión supondría un importante cambio, ya que el criterio actual establece que se administran antivirales cuando las personas con VIH tienen los niveles de CD4 (un tipo de glóbulo rojo) por debajo de 350 por mililitro de sangre. Una persona sana tiene unos niveles habituales por encima de los 800. Con este criterio, aplicado también en España, existen en el mundo unos 7,4 millones de candidatos a recibir la medicación antiviral, aunque solamente la mitad tiene acceso a la misma.
En el caso de que estos nuevos parámetros fueran incluidos en el criterio para administrar la medicación contra el VIH, la lista de candidatos se duplicaría y con ello la necesidad de hacer inversiones en aumentar la accesibilidad al tratamiento. De lo contrario, la tasa de cobertura actual caería un 25%.
La primera de las medidas, la de tratar a todas las personas con VIH que tengan pareja independientemente de sus niveles de CD4, se tomaría claramente porque los estudios demuestran que aumentar un 1% la población medicada reduce un 1,7% las transmisiones. La medicación parece hasta ahora la mejor manera de evitar la transmisión del virus, revolucionando así la manera en que abordamos la materia.
La segunda medida, es decir, dar la medicación a las mujeres conseguiría reducir la transmisión a sus hijos. Por otro lado, aumentar el nivel de CD4 para comenzar el tratamiento responde a los últimos resultados de varios estudios que demuestran que la reconstitución del sistema inmunitario es mejo cuanto antes se comience a medicar. Así se evitaría la aparición de infecciones oportunistas y se mejoraría la salud en general.
Las tres ampliaciones se corresponden con la idea de comenzar el tratamiento desde el momento del diagnostico. Los efectos secundarios de los nuevos fármacos desarrollados son mucho más bajos que los de tratamientos anteriores, y la única causa de retraso real hoy por hoy es el alto precio. En España el precio de una combinación de primera línea ronda los 8.000 euros al año. Una ampliación de las personas que recibieran la medicación (que hoy por hoy son unas 70.000) supondría un aumento considerable de los costes.
En los países pobres, donde se utilizan genéricos o productos subvencionados o vendidos a precio de coste, un tratamiento cuesta alrededor de 300 euros al año, algo que aumenta en caso de tener que acudir a medicamentos de segunda línea cuando aparecen resistencias.
No comments:
Post a Comment