La gripe aviar es una enfermedad producida por el virus de la gripe que puede ser altamente infecciosa. Fue detectada por primera vez que hace aproximadamente 100 años aunque se ha vuelto especialmente popular desde el año 2003 cuando se empezaron a registrar nuevos brotes entre aves (de corral o silvestres) del sudeste asiático y que poco a poco se fue propagando por el resto del mundo. La enfermedad se puede contagiar de ave a ave, de ave a las personas y en casos muy aislados entre personas (sólo se da cuando el virus muta).
El periodo de incubación de la gripa aviar es de 2 días y entre los 3 y 5 días se produce un pico de mortalidad. La forma de contagio puede ser por vía aérea, contacto con objetos, agua o comida contaminados o con las heces del animal. Las aves migratorias y el tráfico ilegal de aves vivas son la principal razón de su propagación entre países.
En España las personas que tienen más riesgo de sufrir un contagio son las que tienen un contacto directo con aves, (veterinarios, granjeros…) También conviene que los animales de compañía no entren en contacto con aves que puedan estar infectadas.
La gran pregunta que nos hacemos es ¿podemos realmente estar tranquilos ante la posibilidad de una posible epidemia? En España los municipios de riesgo se concentran en Andalucía y la costa mediterránea con algún punto aislado en el norte de la península.
Para combatir esta peligrosa enfermedad se desarrolló Tamiflú, un antibiótico que inhibe las neuramidasas del virus de la gripe, que son las encargadas de eliminar el virus de las células que ya están infectadas y hacer que se expulsen en la orina y las heces. Los gobiernos de Reino Unido, EEUU y Australia tienen una gran cantidad de este medicamento acumulada no como el gobierno Español que sólo cuenta con un 20% de provisiones en caso de una pandemia.
Profesionales médicos han advertido que Escocia experimentará otro brote del virus de la gripe aviar este invierno. También prevén que la gripe aviar de este año cause un número mayor de muertes en comparación a los datos registrados el año pasado.
Como medida preventiva, Escocia planea una campaña de vacunación masiva que empezará la semana que viene. El año pasado la gripe aviar provocó que miles de personas sufrieran los síntomas asociados (cansancio inusual, dolor de cabeza, congestión nasal, dolor de garganta, falta de aliento o tos, pérdida de apetito, dolor muscular, diarrea y vómitos).
Las estadísticas publicadas por la Organización Mundial de la Salud indican que el virus mató a 18.000 personas en 2009. Las personas más vulnerables son los más jóvenes, los más mayores, las mujeres embarazadas y las personas que sufren alguna otra enfermedad.